Las mujeres del Senegal luchan por el uso sostenible de los recursos marinos
ONU Mujeres y el PMA introducen en Kafountine modernas tecnologías de procesamiento en apoyo de un centenar de mujeres que trabajan en la industria de pesca artesanal para dar una nueva finalidad y añadir valor al pescado fresco que de otra manera se desecharía.Fecha:
En Casamance, una región del sur del Senegal, las mujeres desempeñan un papel fundamental en el procesamiento artesanal del pescado, una forma tradicional de almacenar y añadir valor al pescado fresco cuando la cantidad capturada supera la capacidad de consumo.
Esto implica dar una nueva finalidad a los excedentes pesqueros; por ejemplo, como pescado seco o ahumado, productos que pueden reducir de manera apreciable las pérdidas posteriores a la cosecha. Según algunas estimaciones, esta actividad absorbe en promedio entre el 30 por ciento y el 40 por ciento de los desembarcos de pescado, y en algunas zonas puede rescatar hasta un 75 por ciento del pescado de desecho [1].
El procesamiento de pescado ha sido reconocido como un sector con gran potencial en el Senegal. Se trata, por otro lado, de una actividad fuertemente feminizada (el 90 por ciento de la mano de obra está integrada por mujeres) [2]. Han usado hornos tradicionales, que son ineficientes y tienen consecuencias sanitarias y ambientales debido a la quema de leña para cocinar el pescado.
“El uso de hornos tradicionales ha repercutido de manera significativa en nuestro medio vital”, explica Bineta Mané, presidenta del Sindicato de Mujeres Procesadoras de Pescado. “Antes esta zona era muy verde. Debido a la importante cantidad de madera necesaria para nuestros hornos tradicionales, cualquiera puede comprobar el grado de deforestación y de degradación de los alrededores”.
Mame Binta Demba, secretaria ejecutiva del Sindicato de Mujeres Procesadoras de Pescado agregó que muchas mujeres, niñas y niños presentan dolencias cardíacas debido al humo de los hornos tradicionales.
El uso de equipos tradicionales también ralentiza la producción.
“Puesto que no podemos controlar con precisión las temperaturas de los hornos tradicionales, con frecuencia quemamos nuestros productos y nos vemos obligadas a deshacernos de ellos, ya que no son aptos para el comercio”, señala la señora Demba.
Por consiguiente, se espera de las y los pescadores que consigan más capturas, lo que progresivamente conduce a la sobreexplotación pesquera. En Kafountine, ya han detectado indicios de escasez de pescado.
El Sindicato de Mujeres Procesadoras de Pescado afirma que llevaba más de dos décadas sin recibir ningún tipo de respaldo por parte de las organizaciones que trabajan en el ámbito del desarrollo. Pero eso cambio hace poco, cuando llegó la ayuda de ONU Mujeres y el Programa Mundial de Alimentos (PMA) en 2014.
La señora Demba añade: “Cuando ONU Mujeres y el PMA decidieron llevar a cabo este proyecto aquí, supimos que nuestras vidas iban a cambiar. Ya podemos ver que seremos capaces de aumentar nuestra producción de una manera más eficiente y con unos productos comerciales de mejor calidad. Lo más importante es que nos alegra comprobar las mejoras de nuestras condiciones de trabajo y su repercusión en nuestra salud”.
Ya está en marcha la construcción de unas modernas instalaciones de procesamiento de pescado en Kafountine, una zona rural de Casamance. El proyecto tiene como objetivo fortalecer la capacidad de adaptación de las mujeres del sector del procesamiento de pescado, mejorar su empoderamiento socioeconómico y fomentar el desarrollo de productos respetuosos con el medio ambiente.
Equipos modernos reducirán de manera apreciable los efectos perjudiciales para el medio ambiente que se derivan de la quema de leña para cocinar el pescado. Asimismo contribuirán al uso sostenible de los recursos marinos, al limitar la sobreexplotación pesquera y el volumen de desechos.
La introducción de nuevas tecnologías de procesamiento permitirá a estas mujeres beneficiarse de una actividad remunerada estable mediante el uso eficaz de los recursos marinos. Asimismo, estarán mejor equipadas para cumplir una función de reutilización de las capturas pesqueras que anteriormente se desechaban, contribuyendo así a la conservación y el uso sostenible de los recursos marinos en Casamance.
“ONU Mujeres espera que, gracias a este proyecto, el procesamiento de pescado a pequeña escala mejore su reconocimiento como una herramienta poderosa en la lucha contra el empobrecimiento de la población, incluidas las personas más desfavorecidas, ya que contribuye a la democratización del acceso a los alimentos y mejora el empoderamiento económico de las mujeres”, manifiesta Marie Pierre Raky Chaupin, Representante de ONU Mujeres en el Senegal.
Con la mejora de su calidad, el PMA planea adquirir los productos pesqueros que generan estas mujeres para abastecer con ellos a comedores escolares, lo que a su vez aumentará los ingresos de estas trabajadoras.
La inauguración de las nuevas instalaciones de transformación, dotadas de modernos hornos, tendrá lugar en diciembre de 2015.
Este artículo es parte de un paquete editorial “En la mira” de ONU Mujeres que analiza cómo las mujeres se ven afectadas por —y pueden afectar— cada uno de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible propuestos.
Notes
[1] Agronomista del Centro de Investigación Oceanográfica de Dakar-Thiaroye (Crodt) Moustapha Dème, citado en la prensa local : « Au Sénégal, les femmes contrôlent 90% de la transformation des produits halieutiques, » Le Soleil, Junio 2013.
[2] Datos obtenidos del Centro de Investigación Oceanográfica de Dakar-Thiaroye (Crodt) puerto de Kafountine y del informe de las ONGs Pisiol Tikaati y CEAS "Des femmes et des poissons" (2014).