En Kosovo*, las sobrevivientes de la violencia sexual en tiempo de guerra obtienen el reconocimiento jurídico después de 18 años
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Después de casi dos décadas de silencio y estigma, las sobrevivientes de la violencia sexual durante el conflicto armado en Kosovo* de 1998 a 1999 pronto recibirán reconocimiento jurídico y reparaciones, incluida ayuda financiera.
La violencia sexual sistemática contra las mujeres y las niñas es un puntal del conflicto que estalló entre la población de origen étnico albanés y las fuerzas serbias en Kosovo, que había sido una provincia de Serbia. Dos décadas más tarde, el Gobierno, en colaboración con organizaciones de la sociedad civil y sobrevivientes, realiza amplios esfuerzos para poner en práctica programas de reparación plena y completa en favor de miles de mujeres sobrevivientes de violencia sexual relacionada con el conflicto.
Vera Nako† de Pristina, capital de Kosovo, es una de esas mujeres. Estaba embarazada cuando la violaron durante la guerra. “Nunca he hablado sobre mi violación, me lo he callado hasta ahora... Me encerré en casa para que nadie me viera. Muchas veces quise saltar del edificio para librarme de lo que me había ocurrido”, confiesa.
El trauma la acompaña hasta el día de hoy. “Nunca he sido capaz de dar a mis hijos el amor que se merecen”, agrega.
Las acciones continuas de promoción han dado resultados.
Desde 2006, ONU Mujeres ha trabajado con organizaciones de la sociedad civil y autoridades kosovares para obtener el reconocimiento jurídico y reparaciones para las sobrevivientes de la violencia sexual relacionada con el conflicto en Kosovo. Los esfuerzos colectivos llevaron a que la Asamblea de Kosovo aprobara en marzo de 2014 la ley que otorgó reconocimiento jurídico a las sobrevivientes de la violencia sexual durante el conflicto armado en Kosovo. A esto siguió el apoyo de ONU Mujeres al establecimiento de la Comisión del Gobierno para el Reconocimiento y la Verificación de las Sobrevivientes de la Violencia Sexual durante la Guerra de Kosovo.
En septiembre de 2017, el Gobierno de Kosovo dio un paso fundamental al asignar un presupuesto para el proceso de reconocimiento y verificación de la condición de las sobrevivientes de la violencia sexual en tiempo de guerra, que hasta hace poco no tenían reconocimiento jurídico ni derechos. La nueva decisión identifica y da a las sobrevivientes el estatus oficial de víctimas civiles de la guerra, lo que las habilita para recibir reparaciones, incluida la asistencia financiera en forma de pensiones mensuales.
“Se priorizarán el reconocimiento de la condición de la víctima y otros procedimientos [del Gobierno], respetando los plazos legales y procedimentales, y teniendo en cuenta los antecedentes personales, circunstancias psicológicas y emocionales de las sobrevivientes”, explica Minire Begaj Balaj, presidenta de la Comisión del Gobierno.
Para Viki Jani†, de la ciudad de Fushe Kosove, situada en la parte central del país, el estigma de la violación también trajo graves penurias económicas. Viki está criando a sus hijas sola, y paga su educación con la pensión mensual de su madre, de apenas 75 euros.
“Al igual que muchas mujeres en Kosovo, fui violada”, afirma Jani. “Mi marido me abandonó. No quería tener una esposa señalada y que le dijeran: ‘tu esposa fue violada’. Así que estoy criando a mis hijas yo sola”.
Viki tiene la esperanza de poder ofrecer una educación a sus hijas con la ayuda financiera que acompaña a la reparación.
Con el apoyo de la Unión Europea, ONU Mujeres está llevando a cabo una nueva iniciativa para asegurar que la justicia de transición en Kosovo responda plenamente a las violaciones de los derechos humanos de las mujeres y aborde las necesidades y prioridades expresadas por las sobrevivientes.
“Además de apoyo psicosocial, las sobrevivientes necesitan apoyo material para recuperar sus vidas”, manifiesta Flora Macula, representante de ONU Mujeres en Kosovo. “ONU Mujeres está proporcionando microsubvenciones junto con apoyo psicosocial a las sobrevivientes de la violencia sexual relacionada con el conflicto, para que creen o amplíen sus pequeñas empresas”.
“Hemos recorrido un largo camino para llegar a donde nos encontramos hoy”, concluye Linda Kela†, de la región de Drenica, en la parte central de Kosovo, y quien fue violada en 1999 junto con otras 20 mujeres de su aldea.
“Fue una guerra corta, pero para nosotros resultó muy larga... Caí enferma y tuve que tomar medicamentos para la ansiedad durante tres años después de la guerra…Hasta hace poco, tenía miedo de salir sola y me desmayaba en cuanto veía un uniforme (militar)”, aclara Kela.
Al igual que Nako y Jani, Kela es una de las 100 beneficiarias de microsubvenciones y apoyo psicosocial de ONU Mujeres, como parte del proyecto financiado por la Unión Europea llamado Justicia de Transición Sensible a las Cuestiones de Género. Con la subvención ha construido un invernadero para cultivar y vender hortalizas. Después de 18 años, finalmente ha encontrado algo parecido a la paz. Como Jani, su objetivo principal es ofrecerles a sus hijas e hijos una educación de calidad.
Las microsubvenciones, que suman un total de USD 235.000 hasta la fecha, han ayudado a poner en marcha más de 100 iniciativas dirigidas por mujeres en todo Kosovo.
Notas
* Todas las referencias a Kosovo en este sitio web deben interpretarse en plena conformidad con la Resolución 1244 del Consejo de Seguridad de la ONU (1999).
† Se han cambiado los nombres de las sobrevivientes en esta historia para proteger sus identidades.