Artículo explicativo: Cómo la desigualdad de género y el cambio climático están relacionados entre sí

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Una mujer pesca en Dili, Timor Oriental. Foto: Foto de las Naciones Unidas/Martine Perret
Una mujer pesca en Dili, Timor Oriental. Foto: Foto de las Naciones Unidas/Martine Perret

La desigualdad de género, sumada a la crisis climática, es uno de los grandes desafíos de nuestra época. Amenaza los medios de vida, la salud y la seguridad de las niñas y las mujeres de todo el mundo.

Desde siempre, la comunidad científica especializada en el cambio climático, los equipos de investigación y las personas encargadas de formular políticas se han esforzado por encontrar la forma de establecer las conexiones vitales entre el género, la igualdad social y el cambio climático. A raíz de que cada vez son más los datos y las investigaciones que revelan su clara correlación, es momento de hablar sobre los distintos efectos del cambio climático y las relaciones entre el empoderamiento de las mujeres y las acciones climáticas eficaces a nivel mundial.

En el Día Internacional de la Mujer, analizamos cómo el cambio climático repercute en las mujeres y las niñas, por qué la igualdad de género es fundamental al emprender acciones climáticas y qué puedes hacer para apoyar las soluciones dirigidas a las mujeres y creadas por ellas.

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Haití, 2016. Consecuencias del paso del huracán Matthew. A menudo, las mujeres y las niñas se enfrentan a mayores riesgos de salud y seguridad cuando los sistemas de agua y saneamiento se ven comprometidos. Además, asumen una mayor carga de trabajo doméstico y de cuidados cuando deja de haber recursos. Foto: Naciones Unidas/MINUSTAH/Logan Abassi.
Haití, 2016. Consecuencias del paso del huracán Matthew. A menudo, las mujeres y las niñas se enfrentan a mayores riesgos de salud y seguridad cuando los sistemas de agua y saneamiento se ven comprometidos. Además, asumen una mayor carga de trabajo doméstico y de cuidados cuando deja de haber recursos. Foto: Naciones Unidas/MINUSTAH/Logan Abassi.

¿De qué modo el cambio climático afecta a las mujeres y las niñas?

La crisis climática no es "imparcial en cuanto al género". Las mujeres y las niñas sufren los peores efectos del cambio climático, lo que agrava la desigualdad de género existente y plantea amenazas únicas a sus medios de vida, salud y seguridad.

En todo el mundo, las mujeres dependen más de los recursos naturales, pero tienen menos acceso a ellos. En muchas regiones, las mujeres cargan con una responsabilidad desproporcionada cuando se trata de garantizar alimentos, agua y combustible. La agricultura es el sector laboral más importante para las mujeres de los países de ingreso bajo y mediano. Durante las épocas de sequía y precipitaciones irregulares, las mujeres, como trabajadoras agrícolas y productoras primarias, trabajan más arduamente para obtener los ingresos y recursos para sus familias. Esto representa una mayor presión para las niñas, quienes a menudo deben abandonar la escuela para ayudar a sus madres a sobrellevar la carga adicional.

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Nurun Nahar tiene dos hijos y vive en una zona remota de Islampur, Jamalpur. Cuando las inundaciones arrasaron con su vivienda en Bangladesh en 2019, tuvo que mudarse a un refugio. Foto: ONU Mujeres/Mohammad Rakibul Hasan.
Nurun Nahar tiene dos hijos y vive en una zona remota de Islampur, Jamalpur. Cuando las inundaciones arrasaron con su vivienda en Bangladesh en 2019, tuvo que mudarse a un refugio. Foto: ONU Mujeres/Mohammad Rakibul Hasan.

El cambio climático multiplica las amenazas, puesto que aumenta las tensiones sociales, políticas y económicas en los países frágiles y afectados por conflictos. Como el cambio climático agrava los conflictos en todo el mundo, las mujeres y las niñas son más vulnerables a todas las formas de violencia de género, incluidas la violencia sexual relacionada con los conflictos, la trata de personas, el matrimonio infantil y otras formas de violencia.

Cuando ocurren desastres, las mujeres tienen menos probabilidades de sobrevivir y suelen ser las más perjudicadas debido a las prolongadas desigualdades de género que han creado disparidades en la información, la circulación, la toma de decisiones y el acceso a los recursos y la formación. Como consecuencia, las mujeres y las niñas tienen mayores dificultades para recibir socorro y asistencia, lo que amenaza aún más sus medios de vida, bienestar y recuperación, además de crear un círculo vicioso de vulnerabilidad a los futuros desastres.

El cambio climático y los desastres ponen en peligro la salud de las mujeres y las niñas, dado que restringen sus posibilidades de acceder a los servicios y la atención médica, además de aumentar los riesgos relacionados con la salud infantil y maternal. De acuerdo con las investigaciones, las temperaturas extremas incrementan la incidencia de la mortinatalidad, y el cambio climático favorece la propagación de las enfermedades transmitidas por vectores, como la malaria, el dengue y el virus de Zika, que están relacionadas con peores resultados maternales y neonatales.

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El condado de Turkana es una de las zonas más áridas de Kenya. A raíz de la falta de lluvia durante varios años, sus capacidades de respuesta llegaron al límite. Las mujeres no sólo tienen dificultades para recolectar una cantidad suficiente de agua, sino también cuando hay escasez de alimentos, comen menos que los hombres. Foto: ONU Mujeres/Kennedy Okoth.
El condado de Turkana es una de las zonas más áridas de Kenya. A raíz de la falta de lluvia durante varios años, sus capacidades de respuesta llegaron al límite. Las mujeres no sólo tienen dificultades para recolectar una cantidad suficiente de agua, sino también cuando hay escasez de alimentos, comen menos que los hombres. Foto: ONU Mujeres/Kennedy Okoth.

¿Cómo el cambio climático se relaciona con otras desigualdades para las mujeres y las niñas?

Si bien las mujeres y las niñas experimentan efectos desproporcionados del cambio climático a nivel mundial, estos no son uniformes. Si analizamos el cambio climático desde la perspectiva del feminismo interseccional, y la manera en que las distintas formas de desigualdad a menudo operan juntas y se exacerban entre sí, resulta claro que los riesgos del cambio climático son particularmente graves para las mujeres y las niñas indígenas y afrodescendientes, las mujeres de mayor edad, las personas LGBTIQ+, las mujeres y las niñas con discapacidades, las mujeres migrantes y aquellas que viven en las zonas rurales, remotas y propensas a los desastres y los conflictos.

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"Si eres invisible en la vida diaria, tus necesidades no serán consideradas, mucho menos atendidas, en una situación de crisis", afirma Matcha Phorn-In, una lesbiana feminista y defensora de los derechos humanos que trabaja con el fin de empoderar a las personas jóvenes LGBTIQ+ y las niñas y mujeres indígenas apátridas y sin tierras de las provincias de Chiang Mai, Mae Hong Son y Tak, en Tailandia. "Los programas humanitarios tienden a ser heteronormativos y pueden reforzar la estructura patriarcal de la sociedad si no tienen en cuenta la diversidad sexual y de género", explica Phorn-in. "Al abordar un cambio estructural, defendemos la igualdad de toda índole y trabajamos en favor de ella".

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Dandara Rudsan. Foto: Yvi Oliveira.
Dandara Rudsan. Foto: Yvi Oliveira.

En la región amazónica de Brasil, Dandara Rudsan, una activista negra y trans, que trabaja como especialista en racismo ambiental en la Defensoría Pública del Estado de Pará, conoce de primera mano que si se pone atención a las experiencias y desafíos afrontados por los distintos grupos, se esclarecen las conexiones entre todas las luchas por la justicia y la liberación.

"En la Amazonía, defender los derechos humanos significa luchar por la supervivencia de las personas y de la selva todos los días, pero no hay jerarquía entre las agendas… Financiar los movimientos sociales en la Amazonía es financiar la supervivencia de estas comunidades, de estas personas y de la selva".