Para TODAS las mujeres y niñas: Claire Uwineza explica cómo echar a andar el liderazgo de las mujeres a través de la mentoría

“Estamos poniendo a prueba un enfoque pionero de cara al desarrollo mundial”, afirma Uwineza. “Al integrar talleres de fomento de la confianza y de liderazgo en los programas educativos y de creación de capacidades, empoderamos a las mujeres y niñas para que cambien sus mentalidades y realicen su potencial”.

Para Uwineza, su madre fue una de sus mayores influencias. “Me inculcó la valentía de soñar a lo grande y me ayudó desde muy joven a tomar decisiones”, explica.

Rwanda ocupa un lugar de liderazgo mundial en la promoción de la igualdad de género, con un 63,75 por ciento de escaños parlamentarios ocupados por mujeres y sólidas políticas que apoyan estos avances. Sin embargo, existen brechas de género significativas en cuanto a la igualdad de acceso a recursos como la tierra y el crédito, así como al liderazgo empresarial. Según el informe nacional sobre estadísticas de género de 2021, los hombres tienen mayor probabilidad que las mujeres de disponer de una cuenta bancaria, y solo un 24,6 por ciento de las mujeres poseen tierras o activos propios de manera independiente.

“La 'brecha de confianza’ —el hecho de que las mujeres confíen menos en sí mismas que los hombres— es un problema generalizado a escala mundial, que se traduce en la pérdida de oportunidades para avanzar tanto en el ámbito económico como social”, señala Uwineza. “Las investigaciones muestran que las mujeres tienden a subestimar sus capacidades y tienen una menor probabilidad de asumir riesgos o a aprovechar oportunidades que los hombres, incluso cuando tienen la misma cualificación. Y para cualquier adelanto económico y social, la confianza importa tanto como la competencia profesional”.

Uwineza compartió asimismo algunos de los retos a los que se ha enfrentado en sus funciones de liderazgo, sobre todo a la hora de gestionar las expectativas, al tiempo que se ocupaba de obtener los recursos necesarios para la organización. Ahí fue donde entraron en juego sus propias mentoras y sistemas de apoyo.

“Cuando asumí la dirección de Resonate, confiaba en mi conocimiento de las operaciones de la organización, del equipo y de las mujeres y niñas a las que atendemos. Sin embargo, el hecho de acceder al cargo de máxima responsabilidad de una organización conlleva sus propios desafíos”, afirma. “Tuve la suerte de contar con mujeres increíbles, líderes que me asesoraron y todavía hoy siguen haciéndolo”.

También se sintió respaldada por su equipo, formado por otras mujeres a las que se refiere como “las colibrís de Resonate”: “Su apoyo ha sido una fuente constante de fortaleza; me ha ayudado a crecer y a afrontar cada etapa de este viaje. Somos una organización que predica con el ejemplo y empodera a otras mujeres para ser mejores líderes”.

Uwineza hace este trabajo con el fin de inspirar y ayudar a otras mujeres a descubrir su potencial, sobre todo a las que viven en comunidades rurales de Rwanda, que quizá no tengan a alguien que las ayude a aprender a creer en sí mismas. Su misión es sencilla, pero importante: garantizar que todas las mujeres y niñas con las que trabaja adquieran confianza en sí mismas y tengan acceso a las herramientas necesarias para aprovechar las oportunidades de crecer en la vida y en sus empleos.

Hace 30 años, la Plataforma de Acción de Beijing impulsó la adopción de cuotas de género e instó a tomar medidas para llevar a cabo un seguimiento de los avances en el liderazgo de las mujeres. Hoy hay más mujeres que disfrutan de igualdad de derechos, pero en lo que respecta a la igualdad de participación en el poder y la toma de decisiones, el progreso ha sido lento y desigual, además de extremadamente frágil. 

Uwineza observa un aumento de la paridad de género en muchos sectores de su país, pero también ve que muchas mujeres son incapaces de romper el techo de cristal y carecen de las cualificaciones adecuadas. “Aunque hemos avanzado mucho en todo el mundo, y en especial en África Oriental, aún nos queda trabajo por delante para alcanzar los objetivos establecidos en la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing”.

“Los movimientos y programas feministas actuales en favor de la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres son vitales, pero carecen de financiamiento suficiente, lo que no solo frenará el progreso, sino que [puede] invertir los avances logrados hasta el momento”, añade.

Al igual que muchas otras líderes comunitarias, Uwineza insiste en la necesidad crucial de contar con financiamiento a largo plazo, flexible y suficiente para apoyar un cambio duradero en las comunidades: “necesitamos un financiamiento que vaya más allá de los parámetros tradicionales y reconozca cualidades más profundas e intangibles, como la seguridad, la esperanza, la resiliencia y la ausencia de estigma; todo lo cual es  fundamental para el desarrollo de las mujeres, pero difícil de cuantificar”.

Uwineza aspira a un mundo en el que las mujeres y niñas hagan realidad el cambio que desean ver en sus vidas y sus comunidades. “Mi sueño es ver a todas las mujeres y niñas, sin importar su situación económica, su educación o sus antecedentes familiares, creer en sus sueños, alzar la voz sin miedo y dirigir empresas de éxito”.

“¡Creamos en nosotras mismas, abramos nuestras mentes y nuestros corazones a nuevas posibilidades y nada ni nadie podrá detenernos!”