La mujer en el ejercicio del poder y la adopción de decisiones
A menudo, las mujeres sufren violencia, o amenazas de violencia, cuando ejercen sus derechos políticos o cuando participan de forma activa en la política. Diversos estudios muestran que las mujeres que votan tienen cuatro veces más posibilidades, en comparación con los hombres, de ser objeto de intimidación en elecciones que se celebran en Estados frágiles o en situación de transición tras un conflicto. Es más, un estudio de 2014 realizado por el Centro de Investigaciones Sociales y ONU Mujeres reveló que más del 60 por ciento de las mujeres en zonas de Asia meridional no participa en la política por miedo a sufrir violencia; y el 45 por ciento de las mujeres candidatas de la India se enfrenta a violencia física y amenazas.
Asimismo, la violencia y el acoso sexual repercuten en la capacidad de las mujeres de participar plenamente en otras esferas del poder y la toma de decisiones, ya sea en bancos, direcciones de empresa, medios de comunicación, el mundo académico e instituciones científicas, y en organizaciones regionales e internacionales.
Para abordar estos retos, ONU Mujeres trabaja con mujeres líderes encargadas de adoptar decisiones en la política, la policía y el sector privado, entre otros ámbitos, para contribuir a generar conciencia y responder a la violencia de género. Asimismo, realizamos tareas de investigación sobre la violencia en la política y promovemos soluciones. A través de nuestro Fondo para la Igualdad de Género, trabajamos con grupos de mujeres de base para ayudar a que tengan mayor influencia en distintos asuntos. También empoderamos y formamos a las candidatas políticas para que sepan tratar las cuestiones que afectan a las mujeres, incluida la violencia.
Asambleas de mujeres indígenas abordan casos de violencia y violaciones de los derechos
En Brasil y Paraguay, el Proyecto Cuña, respaldado por ONU Mujeres y dos ONG locales, empodera a las mujeres indígenas para que tomen medidas contra las violaciones de derechos humanos en sus comunidades como, por ejemplo, la trata de seres humanos y la explotación de tierras indígenas por empresas agrícolas. Mediante habilidades de recopilación de datos aprendidas en diversos talleres, las mujeres de la comunidad han podido investigar 140 casos de violaciones de derechos de las comunidades durante un periodo de dos años, muchos de ellos relacionados con la violencia doméstica, los abusos sexuales y la trata de seres humanos.
En Timor-Leste, las comunidades se movilizan para hacer frente a la violencia doméstica
En la aldea de Maudemo, Timor-Leste, lugar que por su proximidad a la frontera con Indonesia es propenso a sufrir conflictos, y donde las mujeres se enfrentan a altos índices de violencia sexual y de género, ONU Mujeres presta su apoyo a activistas a favor de la paz, tanto mujeres como hombres, y al cuerpo de policía para generar conciencia sobre los derechos y las leyes. A través de una red compuesta por 35 organizaciones, los grupos de autoayuda también ofrecen a las sobrevivientes apoyo emocional y jurídico, así como empleo y competencias de alfabetización para que las mujeres recuperen su dignidad. (Solo disponible en inglés)
Qué dice la Declaración de Beijing sobre La mujer en el ejercicio del poder y la adopción de decisiones
Lea nuestro paquete editorial sobre Mujeres y el ejercicio del poder de Beijing+20
Vuelva a nuestro paquete editorial sobre Poner fin a la violencia, para el 25 de noviembre de 2014