Alcemos nuestras voces para eliminar la violencia contra las mujeres
Fecha:
Alocución de Michelle Bachelet Directora Ejecutiva de ONU Mujeres durante la Conmemoración del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer de las Naciones Unidas Panel de Alto Nivel 23 de noviembre de 2011.
[Cotejar con el texto pronunciado]
Estimados amigos, Secretario General:
Es un placer para mí unirme a ustedes para manifestarnos a favor de la erradicación de la violencia contra las mujeres.
ONU Mujeres comenzó a operar en enero de este año tratando de galvanizar mayores progresos para las mujeres y las niñas, y de aunar el sistema de la ONU y sus socios en todo el mundo para hacer avanzar el empoderamiento de las mujeres y la igualdad de género.
No descansaremos hasta que las mujeres y las niñas gocen de las mismas oportunidades y de los derechos y la dignidad que merecen, y hasta que puedan vivir libres de discriminación y violencia. ONU Mujeres fue creada para hacer realidad la promesa de la Carta de la ONU en materia de los mismos derechos para los hombres y las mujeres. Poner fin a la violencia contra las mujeres es una prioridad, y estoy orgullosa de ser la primera Directora Ejecutiva de ONU Mujeres.
Las estadísticas indican que hay una necesidad urgente de tomar medidas más contundentes. Hasta seis de diez mujeres serán víctimas de violencia física o sexual en sus vidas. Hoy más de 100 millones de niñas han “desaparecido debido a la selección por sexo antes del nacimiento. En el mundo, hasta el 50 por ciento de las agresiones sexuales se cometen contra niñas de menos de 16 años de edad. Las mujeres y las niñas constituyen el 80 por ciento de las 800.000 personas que se estima se trafican a través de las fronteras nacionales por año, siendo la mayoría traficadas para la explotación sexual. Además, el feminicidio — fenómeno mundial que resulta en el asesinato de las mujeres por el simple hecho de ser mujeres — se lleva demasiadas vidas.
Lo que es igualmente impactante es que las mujeres y las niñas son culpadas y se les hace sentir vergüenza por la violencia de que han sido víctimas, y los culpables de esos crímenes muchas veces quedan en libertad. Si bien estos hechos tienen un efecto tardío, dando una sensación de impotencia y de complacencia, hay otro hecho indiscutible e imperioso que quiero que todos recuerden y lleven adelante: la violencia contra las mujeres no es inevitable y puede ser impedida. Tenemos el poder de cambiar el curso de esta pandemia mundial.
El análisis hecho por ONU Mujeres muestra que cuando existen leyes sobre violencia doméstica, la prevalencia es inferior y menos personas piensan que se justifica la violencia contra las mujeres. En la actualidad, se reconoce cada vez más la violencia contra las mujeres por lo que es: una amenaza a la democracia, la paz y la seguridad, una carga para las economías nacionales y una horrorosa violación de los derechos humanos.
El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas reconoce la violencia sexual como una táctica deliberada de guerra. Los avances considerables en materia de leyes internacionales, por primera vez, hacen posible juzgar la violencia sexual durante y después de un conflicto como un crimen contra la humanidad.
Hoy hay 125 países que tienen leyes específicas que penalizan la violencia doméstica, lo que es un logro considerable comparado a hace una década. Existen muchos datos y mejores prácticas que guían e inspiran leyes efectivas para garantizar que los gobiernos, sus agencias y las instancias públicas den protección y servicios a las supervivientes. Por lo tanto, ya no hay más tiempo para la complacencia ni las excusas.
El momento de actuar es ahora. Tenemos muchos datos y análisis valiosos, hay un impulso creciente, sabemos qué cosas funcionan y cómo tenemos que tomar medidas más firmes. Logremos, pues, la voluntad política y la movilización social para erradicar la violencia contra las mujeres.
Hoy y todos los días y especialmente durante los 16 días de activismo contra la violencia de género, insto firmemente a los países a tomar pasos concretos centrados en tres áreas esenciales: la prevención, la protección y el suministro de servicios. Proponemos 16 pasos de políticas que son probados y eficaces. Ahora es el momento de ratificar los tratados y reexaminar las leyes, y dar acceso universal a los servicios esenciales a las mujeres y las niñas.
Toda mujer que sobrevive a un conflicto tendría que tener acceso a la asistencia jurídica, los servicios de salud, la vivienda y la asesoría. Es momento de hacer participar a los hombres y los niños en tanto que compañeros en la igualdad. Tenemos que trabajar juntos. Tenemos que hacer participar a los jóvenes como socios, hacer avanzar el empoderamiento de las mujeres y juzgar a los culpables.
ONU Mujeres se enorgullece de ser la sede de la campaña del Secretario General Únete para poner fin a la violencia contra las mujeres y de coordinar el Fondo Fiduciario de las Naciones Unidas para poner fin a la violencia contra las mujeres. Hoy, el Fondo Fiduciario de la ONU lanza su nueva Convocatoria mundial para apoyar programas innovadores en el ámbito de los países. Los 15 años de vida del Fondo Fiduciario de la ONU y el activismo de las mujeres y de los socios en los países de todo el mundo, nos han mostrado qué cosas funcionan. El cambio es posible. Estamos en el momento ideal en la historia para poner fin a la violencia contra las mujeres. Podemos hacerlo si nos unimos y tomamos medidas más contundentes.
Muchas gracias.