Las sobrevivientes encuentran esperanza en los centros de mujeres en Jordania
A los 16 años, Maysam Hamed se encontró en una prisión de mujeres en Jordania. Su crimen fue haber huido del abuso que sufría en la casa de su padre y encontrarse en la calle, hasta que las autoridades la recogieron y la colocaron en detención administrativa. Lo que siguió fue un ciclo de abuso del cual Hamed finalmente logró liberarse gracias al apoyo sostenido recibido mediante un programa conjunto de ONU mujeres, UNICEF, FPNU y la Unión de Mujeres Jordanas.Fecha:
“Supe de una niña en prisión sin cargos criminales y movilicé inmediatamente a nuestras abogadas y nuestros abogados y especialistas para ver cómo podíamos ayudar. Incluso fui a casa de su padre para obtener su permiso para liberarla [como lo requiere la ley] y ofrecí apoyarla para terminar la escuela,” comparte Nadia Shamrouk, Gerente General de la Unión de Mujeres Jordanas (JWU, por sus siglas en inglés), una organización nacional sin fines de lucro que trabaja en la primera línea del apoyo a sobrevivientes de la violencia en Jordania. “Las autoridades trajeron a Maysam a mi casa a la 1:00 am y celebramos juntas; fue un gran alivio. En ese entonces, habíamos comenzado a establecer refugios para sobrevivientes de violencia y ella fue la primera niña albergada en nuestro centro,” agregó Shamrouk. “Solíamos tomar turnos para quedarnos con ella por la noche.”
Para Hamed, el refugio fue el primer lugar donde se sintió segura y amada, y comenzó a llamar a Shamrouk “Mamá Nadia”.